Mensajes de diversas orígenes

 

viernes, 10 de mayo de 2024

Para Mis Hijos Consagrados

Mensaje de Dios Padre a Sor Amapola en Español en New Braunfels, Tx, Usa el 6 de Mayo de 2024

 

A todos Mis hijos, almas consagradas a Mí.

Me dirijo ahora a vosotros, hijos e hijas, que habéis dedicado vuestras vidas a Mi servicio y como ofrendas de Amor para reparar el daño causado por los pecados y desobediencias de Mis hijos; para ser recordatorios vivos de Mi Presencia y del destino que he preparado para todos Mis hijos: estar unidos a Mí por toda la eternidad.

Una gran vocación, hijos. Una gran llamada, una gran bendición, un gran sacrificio y una Gran Responsabilidad.

A lo largo de la historia he llamado a muchas almas a una vida entregada enteramente a Mí. [Almas] que, entregándome todo su amor, confianza, obediencia y docilidad, he unido a Mi obra de salvación de Mis hijos a través de todas las diferentes obras materiales y espirituales, para el bien de Mis hijos. [Estas almas], en cooperación con Mis hijos Sacerdotes, ayudan a todos Mis hijos a conocerme, amarme y volver a Mí.

Qué gran vocación, hijos, ser tan estrechos colaboradores de vuestro Dios.

Y cuántas Gracias he derramado sobre Mis hijos consagrados para que sean distribuidas a todos Mis hijos.

Pero, ¿qué os ha sucedido a tantos de vosotros?

Me habéis olvidado. Habéis olvidado que es a Mí a Quien debéis dar todo vuestro amor, no a la obra, ni a las criaturas, ni mucho menos a vosotros mismos.

Cuántos de vosotros os habéis separado de Mí, razonando sobre razonamientos, complicándoos cada vez más, siempre insatisfechos porque, habiéndome dejado de lado, buscáis y buscáis una finalidad para vuestras vidas, pero sólo conseguís separaros más de Mí.

Vosotros, hijos, más que nadie, debéis contemplar Mi Amor y Mi Verdad en toda su sencillez y Gracia, dando a vuestros hermanos el ejemplo de cómo vivir en la tierra con la mirada fija en el Cielo.

Cuántas injusticias habéis visto, Yo lo Sé.

Cuántas necesidades profundas de Mis hijos, lo Sé.

Cuánto os conmueve el sufrimiento atroz de tantos de Mis hijos ante la aparente indiferencia de todo el Cielo y de la tierra - y cuánto deseáis dar algún alivio. Lo sé, hijos.

Y bendigo y multiplico cada deseo sincero de vuestro corazón, cada oración, cada esfuerzo por ayudar a vuestros hermanos.

Pero hijos -cuántos de vosotros habéis olvidado que Yo Estoy muy por encima de todos los poderes humanos, que la vida en este mundo es un instante en comparación con la vida eterna para la que os he formado, os he creado. Y que mientras el mundo dure en su estado actual, siempre habrá pobreza, sufrimiento, injusticia.

Hijos, os recuerdo lo que muchos de vosotros habéis olvidado:

El Propósito De Vuestras Vidas, De Vuestras Vocaciones, Y De Cada Gracia Que Os Concedo, De Cada Luz Que Os Doy, Es Ayudar A Mis Hijos A Volver A Mi Corazón.

Para Que, Levantando Su Mirada Hacia Mí -siguiendo Tu Ejemplo- Caminen Con Confianza Y Generosidad Por El Sendero Que Mi Jesús Recorrió -y por el que tú también debes caminar- ayudando, animando, corrigiendo, guiando a Mis hijos que están heridos en sus almas y sufriendo en sus cuerpos; para que todos lleguéis de vuelta a Mi Corazón, a la unión de Amor que durará toda la eternidad.

Pero Habéis Vendido Vuestra Primogenitura Por Un Pobre Tazón De Lentejas[1].

Y a cuántos has dejado desprovistos de las ayudas que habrían recibido a través de ti.

No malgastéis vuestro tiempo -y el Mío- en asuntos humanos que no producen fruto porque se han separado de Mí.

Hijos, volved a la Verdad y a la sencillez del Evangelio.

No me refiero, hijos, a la simplicidad humana de una «pobreza» mal entendida.

Me refiero, hijos, a la sencillez de Mi Verdad. La Esencia Divina de todo lo que Mi Jesús hizo en Su vida terrenal.

Imitadle. En Todo. Pero Sobre Todo, En Su Completa Entrega A Mí. En Su Completa Obediencia a Mí.

No Hizo Nada Excepto Lo Que Yo Le Pedí. Hacedlo Siempre.

Haced Lo Mismo Si Deseáis De Verdad Ser Mis Cooperadores, Si Deseáis De Verdad Que Yo Os Llame «Consagrados A Mí».

De lo contrario, hijos, es una burla hacia Mí[2].

Más que nunca, hijos, dejad a un lado vuestro modo de pensar humano, vuestros razonamientos que sólo os confunden y os separan de Mí.

Si os separáis de Mí, de Mi Voluntad, de Mi Verdad, de Mi Corazón, si ya no Me reconocéis como vuestro Padre y como vuestro Dios, os marchitaréis; y en lugar de ser como el grano de trigo que al morir cae en tierra fértil y produce fruto, caeréis en el lodo fétido de la inutilidad, sin producir fruto ni levadura.

Recuerda A Qué Has Sido Llamado.

Recordad que sois Míos. Que Os Habéis Entregado A Mí Para Cumplir Mi Voluntad, No La Vuestra, Ni La Del Mundo.

Volved a Mí Mientras Tengáis Tiempo. No Queda Mucho Y Sonará La Trompeta.

Dejad atrás el mundo.

¿Qué significa esto?

Significa que separas tu querer, tu pensar, tu hacer, de cómo el mundo quiere, piensa y hace.

Porque el mundo -bajo el dominio de Satanás- no piensa ni quiere como Yo.

Separarse del mundo significa recibir Mi Verdad, Mi Evangelio en el centro de tu ser, y dejar a un lado tu pensamiento.

Hijos, para recibir la Verdad y todos los dones que proceden de Mi Santísimo Espíritu, no es necesario tener estudios, grandes razonamientos, ni la comprensión de Mis Misterios.

Lo Único Que Es Necesario Para Recibir Mi Verdad Y Toda La Luz Que Contiene Es La Fe.

La verdadera Fe de los hijos que reciben todo de su Padre.

Y esto es lo que habéis olvidado y dejado de lado.

Y en esto consiste tu vocación - la esencia de tu vocación - Vivir Esta Fe Y Transmitirla. Y de esto os pediré cuenta.

En un instante puedo dar todas las luces intelectuales necesarias, puedo curar, resucitar de entre los muertos, en un instante puedo hacerlo todo - Yo, tu Dios.

Pero requiero tu Fe.

Vuelve a Mí. Créeme. Ámame.

No Estoy presente en las teologías vanas; no Estoy presente en los sínodos inútiles porque Me han expulsado de ellos; no Estoy en las iglesias y conventos que están vacíos de Mi Presencia porque Me han apartado, poniendo miles de ídolos en Mi lugar. No Estoy presente en la distorsión de Mis Mandamientos que os di y que aún permanecen en pie, radiantes como cuando los di y llenos de vigor como cuando Mi Jesús los ratificó.

Los Ratifico Una Vez Más.

Mis Mandamientos siguen en pie.

Los he dado para que el mundo y cada alma aprendan lo que pido para que viváis como Mis hijos y no como esclavos.

Los he dado para iluminar al mundo, no para que el mundo les ilumine a ellos.

No os confundáis. Mis Mandamientos son Eternos.

Y vosotros, almas consagradas a Mí, debéis llevarlos en la frente - en cada pensamiento. En vuestro corazón; en vuestras manos - como guía de todas vuestras acciones. Ante vuestros ojos, para que nunca perdáis de vista Mi Verdad.

No Son Pasajeras. Ni Cambiables.

Escritas por Mi Dedo; ratificadas con la Sangre de Mi Jesús; y muy pronto, de nuevo iluminadas en los corazones de Mis hijos por Mi Santísimo Espíritu.

De manera especial vosotros, almas consagradas, estáis llamados a ser portadores y ejemplos de la Luz y de la Gracia de Mis Mandamientos.

Por eso os he dicho: volved a la sencillez de Mi Verdad y del Evangelio, que no es otra cosa que Mi Jesús mostrándoos Mi Corazón.

Pero vosotros, Mis pequeños, que habéis guardado Mi Verdad en vuestro corazón, que habéis comprendido Mi Corazón de Padre, y habéis escuchado Mi llamada y habéis respondido - cuánta alegría Me dais, y cuánto descanso. Yo descanso en vuestros corazones, hijos. Recojo vuestras oraciones, vuestros sacrificios y cada vigilia y esfuerzo por ayudarme y ayudar a Mis hijos, tan heridos y tan perdidos[3].

Gracias, hijos Míos. Pronto comprenderéis la plenitud de este «Gracias». [sonrisa]

Nunca las almas consagradas han sido tan necesarias como en este tiempo, hijos. Y Yo llamo y llamo a Mis hijos.

Mi llamada no ha cesado, pero los oídos y los corazones de tantos de Mis hijos están cerrados a Mi Voz, como lo están tantos conventos y monasterios que Me han cerrado sus puertas.

Pero tengo un ejército de almas consagradas -almas ocultas, almas que sin formar parte de una comunidad formal, siguen formando parte de Mi ejército consagrado- que viven, sufren y esperan Mi Venida.

Hijos, no desesperéis. Yo sé quiénes sois. Veo vuestros corazones y recibo vuestras ofrendas.

Del mismo modo que Mi Iglesia se derrumbará por completo para ser reconstruida, así se derrumbarán los conventos y monasterios en su estado actual, para ser reconstruidos en la plenitud de la Verdad.

Hijos, no tengáis miedo. Miradme a Mí. Yo llamo, Yo formo, Yo me uno a Mi obra. Recibo vuestras ofrendas.

Confiad en Mí. Continúa tu camino de unión Conmigo mediante la Fe, la confianza y tu abandono en Mí, tu Abba.

Refúgiate en la Esencia de tu Vida Consagrada: Yo, Tu Padre. [sonríe]

Os bendigo, hijos amadísimos de Mi Corazón. Rezad por vuestros hermanos consagrados, para que vuelva a encenderse en ellos la llama de la Verdadera Fe y se conviertan en luminarias en la oscuridad actual.

Os he dado a Mi Jesús. Recibidle en plenitud, hijos.

Si no Le conocéis, ¿cómo esperáis que Mis hijos Le conozcan, y conociéndole Le reciban, y recibiéndole se salven?

Ama a Mi Jesús.

Y Deja Que Él Te Muestre El Camino Hacia Mí.

Os Hemos Dado Una Madre - Recibidla y Amadla, pues Ella es el Espejo Fiel de Nuestro Misterio.

Vengo Pronto, Hijos.

Estad atentos a Mi Voz.

Volveos sordos y ciegos al mundo. Miradme y escuchadme sólo a Mí.

Recordad lo que he hecho en favor de Mi Pueblo. Esperad con certeza lo que he prometido que haré por Mis hijos.

Ya vengo.

Tu Padre que te ama y que te recuerda que

Sólo Yo Soy.

No Hay Otro.

Amén.

П

[1] Lo dijo con mucha fuerza, tristeza e indignación. Referencia a Génesis 25: 29-34.

[2] Dicho en tono de advertencia.

[3] Si en la parte anterior de Su Mensaje -cuando se dirige a todas las almas consagradas y en particular a las que han sido infieles- Su tono era serio y fuerte, aunque todavía paciente, cuando empieza a hablar a las almas que han permanecido fieles el tono de Su Voz se vuelve mucho más ligero, sonriente, como si sintiera alivio.

Origen: ➥ missionofdivinemercy.org

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